No se cuenta con evidencias de asentamientos anteriores a la dominación musulmana en el valle de Guadalest. Por tanto, se puede suponer que la población del valle se debe a la oleada árabe-bereber que se produjo en la Península Ibérica a comienzos del Siglo VIII.
Benifato tiene su origen en una alquería musulmana que después de la reconquista permaneció adscrita al Señorío de Guadalest y conservó su población morisca (40 familias en 1.602), hasta que la expulsión de los moriscos en el año 1.609 provocó su despoblación. Una lenta recuperación incrementó sus habitantes a mediados del siglo XIX hasta los 253, máximo histórico, para comenzar después un lento retroceso hasta los 192 habitantes actuales.
En el S. XIII, la Reconquista iniciada en las montañas del Norte peninsular se halla en una fase de amplia expansión, y los reinos de Castilla y Aragón extienden hacia el sur sus dominios a costa de los musulmanes. En 1.245 la conquista catalano-aragonesa del solar valenciano concluye. Repoblado por aragoneses, catalanes, francos y otros europeos, los primeros establecen en estas tierras su duro régimen señorial. Los catalanes contribuyen al desarrollo comercial y urbano, y a este conjunto hay que añadir la pervivencia del mundo musulmán acordada por Jaime I.
Hasta 1335, el valle de Guadalest (que constituyó históricamente una entidad única), perteneció a los Sarriá, revirtiendo a la corona, quien lo vende al infante Pere, conde de Ribagorza, hijo de Jaume II, y de éste pasa a su hijo, el primer duque de Gandía, y a la muerte del último duque de Gandía, a Joana de Gandia, casada con Joan Ramon Folch de Cardona. En 1543 se crea el título de Marqués de Guadalest (marquesado que incluía la población de Benifato) en la persona de Sanç de Cardona i Roís de Liori, cuyo descendiente de igual nombre otorgó carta puebla el 22 de abril de 1611. Después de la muerte de Isidre Tomás Folch de Cardona, el marquesado pasará a Joan Antoni de Palafox por sentencias de 1709 y 1712.
Así, el escudo adoptado por el Ayuntamiento de Benifato (aprobado por Resolución de 2 de julio de 2003, del Conseller de Justicia y Administraciones Públicas), considerando como más significativa la señoría de los Folch de Cardona, por haber sido titulares del marquesado de Guadalest y por haber otorgado carta de poblamiento en 1611, y teniendo en cuenta el patronazgo de San Miguel Arcángel sobre el pueblo, al cual se dedica la iglesia parroquial, queda organizado del siguiente modo: ‘Escudo cuadrilongo de punta redonda. Cortado. Al primer cuartel, en campo de azur, una balanza de plata. En el segundo cuartel, en campo de gules, tres cardos bien ordenados. Al timbre, corona real abierta.’